El micromecenazgo (en inglés crowdfunding) o financiación colectiva, es la cooperación colectiva entre personas que, a través de una red, consiguen dinero para apoyar iniciativas diversas. Por esta razón, las plataformas de micromecenazgo o financiación colectiva son, actualmente, una de las principales alternativas a la financiación bancaria.
El proyecto de Ley de Fomento de la Financiación Empresarial, presentado el pasado 3 de octubre por el ministro de Economía, Luis de Guindos, supone la regulación por primera vez del crowdfunding en la legislación española, Para algunos analistas, se trata de una ley buena para el sector, que dará tranquilidad y seguridad jurídica a los inversores, aunque penaliza a las plataformas, a las que impone unos costes económicos y administrativos muy elevados y les fija límites para el inversor.
Como puntos principales de este proyecto, destacan:
-los inversores que no puedan acreditar unos ingresos anuales superiores a 50.000€ -entre otros requisitos- sólo podrán invertir 3.000€ por proyecto y un máximo de 10.000 euros anuales entre todas las plataformas.
-las plataformas de financiación deberán aportar un capital social de 60.000€, íntegramente desembolsados.
-Las empresas podrán captar un máximo de 2 millones de euros anuales.
-Los costes anuales de operación para las plataformas, por trámites administrativos, rondarán los 3000 euros.
Según un estudio de la Asociación Española de Crowdfunding con datos del 2014 y de más de 30 plataformas españolas, hay cuatro tipos de plataformas: las de recompensa (41,4%), donaciones (24,1%), inversiones (20,7%), y préstamos (13,8%).
El promedio de dinero que se solicita por proyecto es en los de inversión 134.856€, en préstamo supone 30.933€, en donaciones 11.128€ y recompensas 2.804€ (aproximadamente 3000€).
El micromecenazgo puede ser usado para muchos propósitos, desde artistas buscando apoyo de sus seguidores, a campañas políticas, financiación de deudas, vivienda, o escuelas, hasta el nacimiento de compañías o pequeños negocios. Tras el éxito de grandes plataformas de micromecenazgo comenzaron a desarrollarse plataformas de ámbito especializado, por sectores industriales o áreas culturales, como música, cine, investigación o educación. Es especialmente llamativo el crecimiento de la microfinanciación en la industria musical.
Al valorar sus ventajas y desventajas, los defensores de los métodos de financiación masiva argumentan que permite obtener dinero en efectivo a ideas creativas que no encajan en las financieras convencionales, Junto a esto, se obtienen también potenciales clientes gracias a la publicidad conseguida.
Financiar la puesta en marcha de ideas mediante crowdfunding tiene ventajas que van más allá del dinero recaudado, como conocer la opinión de los cofinanciadores o ver el porcentaje recaudado como señal de la aceptación en el mercado del producto o servicio. Como desventaja, la divulgación del proyecto cuando se encuentra en una fase muy temprana, que expone a la idea a ser copiada por otras empresas.
Con todos estos argumentos encima de la mesa, ¿arraigará el micromecenazgo en España?
Deja una respuesta